La falta de tiempo y el afán por llegar al trabajo o a la universidad son las excusas de quienes siempre omiten los alimentos después de dormir.
Lo que estas personas no saben es que esta primera comida es tan necesaria en la dieta diaria como el almuerzo y la cena.
La importancia de tomar alimentos en la mañana no es un cuento inventado por las abuelas para lograr que los niños no se vayan al colegio sin desayunar.
Es un motivo más de salud y buenos hábitos, pues el desayuno es la primera comida del día y resulta poco beneficioso que el cuerpo aguante 7 u 8 horas (tiempo durante el cual se duerme) sin recibir alimentos, y luego someterlo a largas jornadas de actividad hasta que llegue la hora del almuerzo.
Los especialistas explican que los niveles de glucosa son mínimos en las horas de la mañana y este es el principal nutriente energético, necesario para el organismo, ya que está relacionado con la capacidad de aprendizaje, la memoria y el rendimiento escolar. Se requiriere de esta energía para el inicio, desarrollo y rendimiento de las labores diarias.
Por ello, es muy importante alimentarse de manera ordenada y saludable, es decir en sus horarios y sin omisión de ninguna comida.
Los nutricionistas sugieren que las personas deben alimentarse por lo menos con las cuatro comidas diarias (desayuno, almuerzo, onces y comida).
Una distribución adecuada de calorías diarias está en: 25 por ciento de calorías en el desayuno, 30 a 40 por ciento en el almuerzo, 10 por ciento en las onces y un 30 por ciento en la cena.
Un desayuno saludable y completo debe contener un alimento de cada grupo de la pirámide alimentaria, es decir fruta (ya sea en porción, jugo o en ensalada), lácteos (a quienes no les gusta o no les sienta muy bien pueden tomar café o té o chocolate, siempre y cuando sean preparados en leche).
Se complementa además con un farináceo, o sea cereales o pan o galletas y con un adicional que puede ser mermelada o queso o huevo.
Estos alimentos proporcionan todos los nutrientes como proteínas, carbohidratos, vitaminas, minerales y grasa, y las sustancias necesarias para el buen funcionamiento del organismo.
También contienen calcio, muy importante especialmente para los adolescentes que se encuentran en plena etapa de crecimiento (de acuerdo con los especialistas, estos jóvenes necesitan 1.300 mg de calcio diariamente).
La mitad de la masa ósea se forma durante estos años, por lo tanto es imperativo que los adolescentes consuman la cantidad requerida de calcio, así durante estos años de cambios construirán una fuerte estructura ósea.
Para quienes buscan bajar de peso y suponen que ayunando van a lograrlo están equivocados, pues no tomar alimentos en la mañana implica tener más apetito a la hora del almuerzo, lo que hace que en la tarde se consuman cantidades innecesarias de alimentos.
Recuerde que la falta de glucosa hace que el cuerpo queme otras reservas energéticas, lo que causa múltiples alteraciones en el normal funcionamiento del organismo.
Uno de los consejos ofrecidos por los nutricionistas es preparar cenas ligeras, de esta manera, el desayuno se esperará con más ganas y no habrá motivo alguno que dé lugar a no alimentarse en las mañanas.