LOS CAMPESINOS DE ITUANGO RECLAMAN PARTICIPACIÓN
Por: Marco Fidel Zuleta Valle.
Agricultor y Caficultor de la vereda El Tinto de Ituango.
Hace pocos días, en el aula múltiple de la Institución Educativa Pedro Nel Ospina, se realizó una reunión con campesinos y habitantes del área urbana con el objeto de discutir y concertar la destinación e inversión que se le podría dar a los trescientos millones de pesos que el municipio obtuvo como premio al buen comportamiento de los ciudadanos en el último proceso electoral.
En dicho evento, el Doctor Jaime Elías Montoya Londoño, Alcalde Municipal, propuso que parte de ese dinero se destinara a la reparación de las carreteras veredales, de la planta física de la cárcel que se encuentra en mal estado, la adquisición de un equipo de sonido para ser utilizado en los diferentes eventos y festividades que se efectúen en el municipio y la pavimentación de algunas calles y carreras del perímetro urbano.
Más adelante, se dio la palabra a los líderes campesinos de las distintas veredas paraque se pronunciaran con respecto a la inversión que se le podía dar al resto de la plata. Uno de los representantes de la Junta de Acción Comunal de la vereda Palo Blanco, propuso que se dotara a estas organizaciones de herramientas para la labor agrícola.
En mi intervención, solicité que se tuviera en cuenta al campo y, por ello, a sus moradores, si se tiene en cuenta que la labor la realizamos con dificultades y, muchas veces, con pérdidas económicas. Por ejemplo, para sembrar las cosechas tenemos que comprar las semillas a un alto costo y de mala calidad y cuando sacamos las cosechas, nos la pagan a muy bajos precios y exigiendo buena calidad.
Sugerí que para solucionar en algo esta dificultad, sería conveniente crear una cooperativa de maíz y fríjol, en la que se puedan regular y mantener precios fijos y razonables, beneficiando a los productores y consumidores.
Aproveché la ocasión para lanzar la propuesta en el sentido que a los agricultores se les aportara un subsidio por parte del gobierno, ya que muchas veces, por factores climáticos y otras circunstancias, se pierden las cosechas, nos quedamos sin comida y esto trae como consecuencia el abandono de varios campesinos de sus parcelas.
Finalmente, quiero compartir con ustedes una pequeña historia: “Un señor que tenía las manos mochas, entró a una cafetería y le pidió a la señorita que allí atendía, le sirviera un periquito. Pero le pidió, además, que le hiciera el favor completo de dárselo a tomar. La muchacha muy formal le dio a tomar con una cuchara. Luego le preguntó a ella que si tenía cigarrillos y ésta le contestó que si y él le dijo, deme uno; pero me hace el favor completo, entonces la muchacha lo prendió y se lo puso en la boca. El señor, entonces, le dijo: Es usted muy formal, también tiene baño a lo que ella contestó: “Ah no, eso si no”.