miércoles, noviembre 26, 2008

PORFIRIO BARBAJACOB UNO DE LOS MAS GRANDES POETAS DE LA LENGUA CASTELLANA VIVIO EN SANTA RITA DE ITUANGO

El gran poeta Antioqueño Barba Jacob, vivió en Santa Rita de Ituango,mas o menos en el año de 1900,allí participo en la guerra de los mil días, a continuación presentamos un escrito publicado el 25 de mayo de 1902,donde el poeta le informa al coronel Julio Gamboa, comandante de las fuerzas estacionadas en Santa Rita, de los hechos ocurridos allí, cuándo el temible capitán Manotas se tomo a Santa Rita a sangre y fuego.

Agradecemos la colaboración al profesor Ismael Antonio Monsalve S,tal vez el gran poeta Barba Jacob al observar la belleza de la geografía Santa Riteña,se inspiraría mas tarde para escribir poemas inmortales como: “canción de la Vida Profunda”...........................
Entre otros.

“Departamento de gobierno-informe sobre los acontecimientos de Santa Rita (Ituango)-República de Colombia-Ejercito Nacional de Antioquia-Mayoría del Batallón Santa Rosa Numero 2-Santa Rita, mayo 5 de 1902.

-Señor Coronel Julio Gamboa P,comandante de las fuerzas estacionadas en Santa Rita de Ituango,mayo 5 de 1902.
En cumplimiento de la orden que me habéis dado, paso a rendiros el parte de los acontecimientos que se verificaron en esta población, durante los días 19-20 y 21 del mes próximo pasado.
Contrista verdaderamente señor coronel, que un país que se precia de ser civilizado y a principios del siglo XX,una turba de asesinos, cobardes y miserables a la sombra de la mas espantosas contiendas civiles, en nombre de un partido que promete garantías publicas y amparadas por el perdón rojo del liberalismo, den para la historia el relato de sucesos tan deplorables.Pero que mucho, si a los que cobijados por la bandera de la republica y llevando en el corazón la fe del crucifijo, vamos a luchar por la defensa de nuestros hogares y la conservación del orden social Cristiano, se nos llama retrógrados y como por sarcasmo se nos dice camanduleros.
Las casas que componen la aldea de Santa Rita están diseminadas al capricho en las colinas y hondonadas de una extensión no pequeña de terreno,la calle principal se halla situada en una cuchilla que de oriente a occidente, muere por cada lado en una depresión lo que la hace ventajoso para la pelea.
Lo mismo es aplicable a todas las colinas que rodean la población,muchas de ellas defendidas en su parte superior por bosquecillos y malezas en que pueden desplegarse sin ser visto un buen ejercito de tiradores.
Sabedor de esto el señor Manotas como director de la guerra en el norte del departamento,ordeno y encomendo a sus copartidarios que que iniciaran un mobimiento armado en las montañas de Buritica e Ituango.A punto convergieron a ese lugar las fuerzas de esta cabecera inclusive medio batallón Córdoba llevados desde Santa Rita.
Como era natural esta operación daba por resultado que este punto (Santa Rita) quedase desguarnecido casi por completo,incidente de que hubo de aprobecharse el jefe revolucionario Manotas,para dar el asalto con tan buen suceso para su causa,verifico sobre los defensores del gobierno en la nefanda montaña del 19 de abril ultimo.
Protegido por la espesa neblina,que envolvia los alrededores de la población,llorando sobre ella como un pronostico de desgracia,avanzo con sus fuerzas a marcha precipitada,después de que atraparsen un reten a dos leguas del pueblo.
Hacia las ocho de la mañana,los cuarteles,la cas del general Ramon A Restrepo,comandante de la guarnicion y del deposito de parque,fueron envueltos por los soldados enemigos.
Prolongadas descargas perturbaron el silencio de la aldea y un ¡viva!a la revolucion Colombiana fue ahogado por nuevas detonacionesde fusil.Ela aslto habia sido completo,los revolucionarios eran ya dueños absolutos del campo.Quizas entre los soldados legitimistas no ubo quien dispara un solo tiro;si se exceptúan al valeroso capitan Abel Restrepo,que pago su arrojo con la vida,el impertérrito teniente Ruben taborda que recibio 17 heridas en su cuerpo como timbre de orgullo y el decidido conservador don Rafael Mejia, aquien un proyectil le causo seis heridas.
El resto de la guarnicion huyo despavorida,dejando hasta armas y municiones.Es recomendable,ademas,la conducta de los señores capitan Santiago Upegui y el teniente Eudoro Perez,quienes después de inútiles tentativas de poner a salvo las cajas de capsulas y las armas de excedentes y viéndose encerrados en una pieza sin salida,rompieron el,cielorraso a machetazos,logrando escapar vivos y luchando mas adelante a brazo partido con los saqueadores.
El general Restrepo,avanzo por un potrero a retaguardia de los cuarteles,imaginando a caso que aun no estaban estos bandidos y con el propósito de organizar la defensa,iba a paso corto,revolver en mano,llamando a los conservadores que encontraba cuando ¡Rindase General! Le intimo un soldado de cinta roja.
No,contesto el con voz serena,no un general conservador no rinde su espada a una cuadrilla de malhechores......una bala entonces despedazo su craneo y su cuerpo cayo exánime sobre la alfombra.
He aquí señor coronel las peripecias del combate en Santa Rita de Ituango.
En seguida los restauradores de la Republica dierosen a la tarea:
Primeramente la cas del presbitero Justiniano Madrid,fue invadida y saqueada;al golpe de la bayoneta y del machete las tapas de las cajas y baules saltaron en pedazos,dando asi facil acceso a una buena provisión de prendas y vestuario:dinero 300,00,ruanas,camisas,pantalones,sombreros,cobijas,zapatos con hebilla de plata para decir misa,paños,sabanas,todo en un momento desaparecio entre la desenfrendada turba de soldados,luego el almacen del señor Milagros Correa,ya que aunque a gritos pidieron “La vida de ese godo picaro” no pudieron hayarlo;en mercancía le extrajeron de su tienda unos75,400=,a si mismo fueron saqueadas todas las tiendas de la población,de las casas sacaban baules,rompieron escaparates, de un balcon arrojaban a la calle todo cuanto encontraban,la cas de general Restrepo fue saqueada integra,23.000 en efectivo,ropa de su señora e hijos,fue saqueada la botica que servia a toda la población,la familia del general Restrepo fue cínicamente ultrajada.
Tambien las mujeres publicas de estos contornos tubieron su buena parte en el botin de Santa Rita y como si fuera poco en la plaza y bocacalle se publicaron decretos de compartos,al señor Correa como indulgencia le quitaron $100.000que hicieron efectivos con 15 bestias y un buen numero de reses, a don Sebastián Cardenas $3.000dos mil en mercancías,cinco cargas de arroz,monturas y multitud de objetos de uso exclusivo de la familia;a los señores Rafael y Meliton Sánchez,respetables sumas de dinero y asi de otros muebles que no hare mencion para no pecar de prodigo.
Faltame aun señor coronel algunos detalles interesantes que no debo omitir,pero tratare mas de prisa a fin de dar termino a tan penosa relacion.
Ademas de los muertos que hemencionado sucumbieron,tambien el patriota conservador Jose M Amaya,el traidor Santos Higuita y el señor Alvaro Tamayo-Liberal,los cadáveres al borde de un arroyo permanecieron unas quince horas,al fin el general Manotas hubo de obligar a cinturazos a los soldados para que les dieran sepultura.
El estado mayor de la cuadrilla fue alojado en la cas del presbitero Madrid y atendido alli como era posible;por lo demas nada ocurrio que pueda ser referido sin vergüenza.
Olvidaba un detalle interesante;rota como fue la pieza que ocupaba la comandancia del general Restrepo extrajeron de ellas las banderas del batallon,las cuales fueron arrojadas al fango y pisoteadas miserablemente.
He cumplido,mi comision señor coronel,si mucho he omitido,es porque hay mucho que podria parecer inverosímil y por que hay mucho tambien que hace encender el rubor y de indignación las mejillas de los hombres de bien.
Por lo demas,puedeasegurarse que cuantos presenciaron los acontecimientos de que os he dado cuenta,habran protestado contra ellos,sie s que tienen siquiera un rasgo de pudor.... y que el Atila con que hoy nos castiga la providencia caera al fin.
Soy señor Coronel vuestro servidor y subalterno Miguel Angel Osorio B,capitan ayudante mayor del batallon Santa Rosa de Osos No 2