Colombia está expuesta a nueva condena por crimen de Jesús María Valle
Jesús María Valle era también un reconocido profesor universitario en Medellín.
El presidente del 'Comité de Derechos Humanos Héctor Abad Gómez' fue asesinado por sus denuncias sobre vinculación del Ejército y la Policía en masacres de El Aro y la Granja, en Ituango.
Un día antes de que lo mataran, el 26 de febrero de 1998, Valle había rendido versión libre en el proceso por injuria y calumnia que en su contra iniciaron miembros del Ejército por sus denuncias sobre la colaboración de militares de la Cuarta Brigada en esas masacres.
El reconocido profesor universitario de Medellín no solo se ratificó en eso, sino en el trabajo conjunto de la Policía y los 'paras' en al menos 150 asesinatos en esa población del norte antioqueño.Esas denuncias que le costaron una demanda y luego la vida, llegaron después a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que terminó condenando al Estado colombiano por la relación de militares con las masacres de Ituango.
De producirse una nueva condena contra el Estado por el caso de Valle, sería la octava desde 1993. Hasta ahora ha pagado por ellas 16,9 millones de dólares.Valle se había convertido en una piedra en el zapato para autodefensas y militares mucho antes de la masacre de El Aro. Un mes después de la matanza denunció ante la Procuraduría, "la conducta omisa" del comandante de la Cuarta Brigada (Manosalva), del entonces gobernador Álvaro Uribe y de su secretario de Gobierno, Pedro Juan Moreno.El día que lo mataron, uno de los sicarios dijo antes de abandonar la oficina del abogado, según uno de los testigos: "Este hombre era muy importante para las Fuerzas Militares, nos venía jodiendo mucho".
Estado no protegio al abogado
La colaboración en la masacre de El Aro fue ratificada por el ex jefe 'para' Salvatore Mancuso en su confesión. Dijo incluso que el general Alfonso Manosalva, entonces comandante de la Cuarta Brigada, les entregó "la información y los mapas" para la matanza.En medio de las revelaciones 'paras' que confirman lo denunciado por el defensor de derechos humanos asesinado el 27 de febrero de 1998 en su oficina de Medellín, el Estado está expuesto a una nueva condena internacional, por el crimen del abogado. Según conoció este diario, la Cancillería tenía plazo hasta el pasado 14 de enero para responderle a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de qué manera puso en práctica las recomendaciones que le hizo para indemnizar y reparar a la familia de Valle.Considera que el Estado debió haber prestado seguridad al defensor de derechos humanos ante las reiteradas amenazas que recibía por denunciar los nexos entre 'paras' y Fuerza Pública. En sus argumentos cita información de la Fiscalía Regional de Medellín según la cual "existía prueba de que el asesinato había sido planeado con la participación del general Alfonso Manosalva..., fallecido para el momento de los hechos". Los fiscales que en su momento dedujeron esto tuvieron que irse al exilio.Familia no quiere conciliación
El hecho es que la Cancillería decidió postergar la respuesta a la Comisión confiando en los resultados de una audiencia de conciliación que hay pendiente ante el Consejo de Estado con la familia de Valle.
Pero, según le hizo saber ella a EL TIEMPO con uno de sus abogados, "no está interesada en propiciar una conciliación". Le apunta a que la demanda siga su curso en la Comisión Interamericana.El sucesor de Héctor Abad Gómez
Egresado de la facultad de derecho de la Universidad de Antioquia, Jesús Maria Valle era reconocido en Antioquia como uno de los más aguerridos defensores de derechos humanos. Nació en Ituango en una familia de escasos recursos e integrada por 11 hijos. Fue concejal de su pueblo natal, diputado de la Asamblea de Antioquia por el Partido Conservador, del cual se separó posteriormente.También se desempeñó como profesor de ética y derecho procesal en varias universidades de Medellín y como abogado penalista.Valle fue fundador del Comité Permanente de Derechos Humanos de Antioquia en 1979 y luego sucedió en la presidencia de ese grupo al médico Héctor Abad Gómez, asesinado el 25 de agosto de 1987.Desde allí denunció las relaciones entre la Fuerza Pública y los paramilitares. Tenía 53 años cuando fue asesinado en su oficina, donde lo acompañaba como secretaria una hermana.
"Aquí estamos y estaremos siempre en el fragor de la lucha o en la quietud de la muerte", es una de las frases más recordadas de Jesús María Valle